Él

Que es el frío, y la ausencia, y el ruido, y el café de la mañana, y el recuerdo y el silencio.

Que es tu espalda, tus ojos, tus ganas. Que es tu casa, tus manos.

Que no escribo para que me leas y vengas convencido o te vayas huyendo.

Que no es la televisión, ni sus cartas, ni las canciones. Que es tu sonrisa y tus silencios.

Que eres tú, que te quiero hoy, que te he querido años atrás.