Te lo dije...


Ayer te lo dije. Sí.
Y hoy te lo repito, más segura, con más ganas.
Pertenezco a otro mundo, a otras letras.
Así como tú divagas en respuestas y sin caricias ajenas, de la misma manera en que tus cuentos concluyen en puntos suspensivos.
Quizás sea porque no hay futuro, porque nos damos cuenta qué tan fácil opacan tu presencia y tu infinita ausencia, así, sin más, con un soplo de verdad inadvertida.
Han pasado ya algunas semanas de tu último sarcasmo, pero yo continúo diciéndote al oído que ni tus temas, ni tus mil memorias, ni tus estrellas, ni tu falsa empatía… no, nada de eso, limita su estancia en mis anhelos.
¿Y mañana? Sí, mañana te lo diré bailando.

0 comentarios: