363 días pasaron después de aquella noche sin lunes próximo…

Ya no hay tantos nervios, ni tanto frío… el tiempo ya no importa, ni sus nombres, ni el lugar al que pertenecemos.

Nos topamos en el mismo lugar de siempre, ahora creo que sí nos extrañamos.

Creo que a pesar de sabernos ajenos, decidimos por un instante volvernos transparentes…

Qué bonita sonrisa tiene usted, qué bonito mira de reojo al caminar… qué bonito compartir todo eso, con nuevos rostros, con nuevas calles, con nuevos anhelos, aunque sea por un instante.

363 días después y ahí seguimos los dos, mirándonos, en silencio, sonriendo al saber el pensar del otro. ¿Qué más podemos hacer? Perdernos entre la multitud, bailar, coquetearnos sin saber por qué… beber un poco de vino y disfrutar del amanecer.

No hay mucho que hacer ni mucho que pensar y mucho menos que hablar… todo, como hace tanto tiempo, carece de sentido. Sin embargo, el exceso sigue impregnado en tu cabello y la contradicción entre mis manos…aún así hoy, con esa luna, esa sonrisa, y ese balcón, un beso no fue suficiente.

Así que decidimos solo por hoy imaginarnos ese juego inconcluso que dejamos ayer, por un momento, por un instante… ¿qué hubiese pasado?

1 comentarios:

labatterie dijo...

tu sombrero flexible, tu playera deslumbradora?