Pulsar

De vez en cuando y con los ojos cerrados, puedo escucharle hablar. Se metió en mis sentidos y en los que no.

Parece que aun le veo, vestido en azul, rodeado de exactas controversias, disfrazado con tu enorme sonrisa… pisando nuestro barco de papel.

Por lo menos le imagino ahí y no le busco en estantes, ni en goteras… Pero es que no importa a donde voltee… siempre habrá una imagen, incluso si pretendo no abrir los ojos.

Aparece y desaparece, para que no le olvide en cartas desvanecidas, en rostros y siluetas, en luces fosforescentes y ¿por qué no? En fósforos encendidos escondidos en cortos cuentos pendientes de un final.

0 comentarios: